God of War: de la venganza griega al Ragnarök nórdico

Pocas sagas están tan ligadas a la marca PlayStation como God of War. Desde 2005 y su debut en PlayStation 2, la historia del guerrero espartano Kratos se ha convertido en una saga de varias décadas que mezcla acción brutal, mitología y un sorprendente nivel de carga emocional.

Los primeros juegos eran pura tragedia griega en forma de hack-and-slash espectacular: sangre, dioses y remates QTE que definieron toda una era del gaming en consola. Con el salto a la nueva etapa nórdica en 2018, God of War evolucionó hacia un ARPG cinematográfico y centrado en los personajes, donde la relación entre padre e hijo pesa tanto como matar dioses.

Kratos frente a un dragón de fuego

En este artículo repasamos brevemente la historia de la serie, sus entregas principales y ponemos el foco en el juego más reciente: God of War Ragnarök y su DLC Valhalla.


Cómo empezó todo: la era griega en PlayStation 2 y 3

El primer God of War (2005) llegó a PlayStation 2 como una mezcla explosiva de:

  • acción en tercera persona con enfoque cinematográfico,
  • combinación de ataques rápidos y fuertes, agarres y remates espectaculares,
  • una historia inspirada en la mitología griega, contada con energía de blockbuster de Hollywood.

La secuela, God of War II (2007), llevó todo un paso más allá: jefes más grandes, escenas aún más ambiciosas y un bucle de combate y mejoras todavía más adictivo. Juntos, los dos juegos definieron a Kratos como un antihéroe consumido por la venganza, dispuesto a arrasar medio Olimpo para enfrentarse a sus propios demonios.

A la fase “griega” también pertenecen:

  • God of War: Chains of Olympus (PSP) – precuela que muestra episodios tempranos de la vida de Kratos;
  • God of War III (PS3) – el gran enfrentamiento final con Zeus y los dioses del Olimpo;
  • God of War: Ghost of Sparta (PSP) – profundiza en la relación con su hermano Deimos;
  • God of War: Ascension (PS3) – otra precuela centrada en la ruptura de Kratos con Ares.

Esta etapa se caracteriza por:

  • cámara fija de estilo cinematográfico,
  • gran énfasis en combos y espectáculo,
  • niveles lineales pero extremadamente dinámicos.

Para muchos jugadores, esta sigue siendo la época del “God of War clásico y salvaje”.


¿Cuántos juegos de God of War existen realmente?

Si miramos los títulos principales de consola y los spin-offs más importantes, la lista se ve más o menos así:

Era griega

  • God of War (2005, PS2)
  • God of War II (2007, PS2)
  • God of War: Chains of Olympus (2008, PSP)
  • God of War III (2010, PS3)
  • God of War: Ghost of Sparta (2010, PSP)
  • God of War: Ascension (2013, PS3)
  • God of War: Betrayal (2007, juego móvil 2D – curiosidad para coleccionistas)

Era nórdica

  • God of War (2018, PS4, luego PC) – «soft reboot» en el mundo de la mitología nórdica
  • God of War Ragnarök (2022, PS4/PS5, luego PC) – continuación y clímax de la historia nórdica
  • God of War Ragnarök: Valhalla (2023, DLC gratuito) – epílogo tipo historia/roguelike

Según cómo contemos los títulos móviles y experimentales, podemos decir que la saga tiene unas nueve entregas principales, además de proyectos paralelos, cómics y pistas sobre futuros juegos.


Un nuevo comienzo: God of War (2018)

Con el salto a PlayStation 4, Santa Monica Studio reinventó por completo God of War.

En lugar de un exterminador de dioses que no deja de gritar al Olimpo, conocemos a un Kratos más viejo y cansado que se ha retirado al norte, al mundo de la mitología nórdica. Allí vive con su hijo Atreus, y la historia arranca con su viaje para esparcir las cenizas de la esposa de Kratos / madre de Atreus desde la cima más alta.

Cambios clave respecto a los juegos anteriores:

  • la cámara pasa a un punto de vista sobre el hombro, lo que hace el combate más íntimo y táctico;
  • la narrativa se cuenta como un solo plano secuencia, sin pantallas de carga ni cortes clásicos;
  • se añade una capa ligera de RPG – mejoras de equipo, habilidades rúnicas, armaduras y estadísticas;
  • la relación padre–hijo es el corazón de la historia, con personajes mucho más complejos a nivel psicológico.

El juego fue un enorme éxito crítico y comercial, ganó multitud de premios y más tarde llegó a PC, donde atrajo a una nueva ola de jugadores.


Ragnarök y Valhalla: el clímax de la saga nórdica

God of War Ragnarök (2022) continúa la historia varios años después, durante el Fimbulwinter, el gran invierno que anuncia el fin del mundo. Kratos y Atreus son más experimentados, pero siguen divididos entre el destino profetizado y su deseo de romper el ciclo de venganza.

Lo que Ragnarök aporta respecto a 2018:

  • la posibilidad de visitar los nueve reinos de la mitología nórdica, con escenarios muy variados;
  • un Atreus mucho más desarrollado como personaje jugable, con sus propios movimientos y motivaciones;
  • jefes más grandes e impresionantes, pero también escenas íntimas y emotivas que sostienen la historia;
  • una mezcla aún más rica de combate, puzles y exploración.

Como guinda del pastel, en 2023 llegó el DLC gratuito Valhalla, concebido como:

  • una fusión de desafío roguelike (mueres, mejoras, lo intentas de nuevo),
  • y epílogo introspectivo en el que Kratos recorre literalmente su propio pasado.

Para muchos fans, Valhalla es el cierre definitivo de la etapa nórdica y un puente elegante hacia lo que pueda venir en el futuro.


Kratos: del «Fantasma de Esparta» al padre que intenta no repetir errores

Una de las razones por las que God of War sigue relevante tras dos décadas es la evolución del propio Kratos.

  • En la era griega es la encarnación de la rabia, un guerrero maldito a llevar las cenizas de su familia sobre la piel – de ahí su tez pálida y el apodo de «Ghost of Sparta».
  • El tatuaje rojo que cruza su ojo y cuerpo es un homenaje a su hermano Deimos, lo que añade otra capa trágica a la historia.
  • En la era nórdica vemos a un Kratos que intenta ser un padre distinto a los dioses que él tuvo: estricto, sí, pero dispuesto a aprender a escuchar, reconocer errores y romper la cadena de trauma heredado.

Este arco de transformación – de pura destrucción a alguien que lucha por una oportunidad de redención – es probablemente la mayor fortaleza del God of War moderno.


Curiosidades para fans y nuevos jugadores

Para terminar, algunos detalles que merece la pena conocer:

  • Un solo plano: tanto God of War (2018) como Ragnarök utilizan el enfoque de «one-shot» – todo el juego se siente como una única toma cinematográfica continua. Es un truco de producción muy exigente, pero explica por qué te sientes tan pegado a la perspectiva de Kratos.
  • Renacimiento en PC: la llegada de la entrega de 2018, y después de Ragnarök, a PC abrió la saga a jugadores que nunca tuvieron una PlayStation – con altos FPS, soporte ultra–wide y tecnologías modernas de reescalado.
  • Mitologías por explorar: tras Grecia y el mundo nórdico, los fans llevan años especulando adónde podría ir Kratos después: Egipto, leyendas celtas, quizá incluso mitología eslava. No hay confirmación oficial aún, pero entrevistas y pequeños guiños sugieren que el próximo capítulo ya se está cocinando.

Conclusión

De juego de acción salvaje en PlayStation 2 a saga emocionalmente compleja en consolas modernas y PC, God of War ha seguido un camino que muy pocas franquicias han logrado. La era griega entregó un espectáculo inigualable y un gameplay brutal; la era nórdica añadió corazón, personajes matizados y un enfoque cinematográfico.

Para nuevos jugadores, la mejor puerta de entrada sigue siendo God of War (2018), seguido de Ragnarök + Valhalla como gran final del ciclo nórdico. Para quienes sientan curiosidad por los orígenes, volver a los juegos clásicos es como viajar en el tiempo a los días salvajes de la vieja PlayStation: ruidosos, exagerados y gloriosamente desvergonzados.

Una cosa es segura: vaya donde vaya Kratos con sus hachas en el próximo juego, los dioses de ese panteón probablemente no saldrán bien parados.